María Santísima de la Esperanza Macarena
La imagen de María Santísima de la Esperanza Macarena es la imagen que dota a la Hermandad de toda su idiosincrasia y de toda su historia. Es una imagen de vestir, realizada en madera de cedro y policromada solo la cabeza y las manos, siendo el cuerpo de candelero. Su autor es el imaginero sevillano D. Antonio Joaquín Dubé de Luque (1988) y fue la primera imagen a la que los macarenos almerienses rendimos cultos de las tres a las que lo hacemos a día de hoy. Bendecida el 28 de mayo de 1988 en la Parroquia de San Ildefonso de Toledo del barrio de la Plaza de Toros, por el párroco D. José Yélamos Rubio, fue la imagen con la que la Hermandad pudo asentarse en dicha Parroquia siendo este asentamiento el gran pilar que condujo a la creación de nuestros primeros estatutos (4 de junio de 1990) y por ende, la constitución oficial de nuestra Hermandad.
Los hermanos fundadores decidieron que la devoción a la Esperanza Macarena llegase también hasta la capital almeriense. Pero no seríamos la única Hermandad en hacerlo, pues la devoción a la Esperanza Macarena es universal y en nuestra propia provincia hay otras hermandades que tienen como titular a la Esperanza. Pero el destino, y sobre todo la gran gubia del maestro Antonio J. Dubé de Luque, consiguieron que la Esperanza Macarena almeriense sea una de las réplicas más fidedignas de todas las realizadas, repartidas por todo el mundo, de la Esperanza Macarena sevillana, el epicentro de la devoción macarena.
Es por ello, por lo se solicitó a la propia Hermandad hispalense el permiso para expandir también en Almería el sentimiento y la devoción hacia la Virgen de la Esperanza, constituyéndonos como Hermandad homónima, siendo este otorgado mediante una carta que hicieron llegar. De esta forma, nuestra Hermandad se formaba como otra de las Hermandades que tendrían como núcleo a la Esperanza Macarena y que harían crecer aún más su devoción.
Esta relación, precisamente, se ha mantenido durante las más de tres décadas de vida que tiene nuestra Hermandad, aludiendo al compromiso cristiano que todos los cofrades y en este caso, todos los macarenos, tenemos entre nosotros. Por ello, nuestra Hermandad ha participado y participa en los diferentes encuentros que se realizan a nivel internacional en torno a la divina advocación de nuestra titular. También, tratamos de mantener relaciones personales de real afecto entre todos los hermanos macarenos prestando siempre nuestras dependencias para cuando visitan nuestra tierra almeriense y por supuesto abriendo las puertas de la Parroquia para orar todos juntos ante la Esperanza. Del mismo modo, los macarenos almerienses siempre somos acogidos por los macarenos de aquellas ciudades a las que vamos y siempre que está en nuestras manos, participamos en diferentes actos que se celebren.
La Esperanza Macarena almeriense, en ese afán de hacer universal su devoción, adquiere desde su hechura la estética que caracteriza a esta advocación y a través de ella consigue expresar todo lo que tantos macarenos han realizado por Ella desde la ciudad en la que le rinden devoción. De este modo, adquiere elementos tan característicos y tan simbólicos del amor y la devoción a la Esperanza Macarena como por ejemplo las mariquillas. Así, desde aquellas primeras visitas que recibió en el altar que se le dispuso para su llegada, en la casa de Hermandad de entonces, la Esperanza Macarena almeriense cautivó todos los corazones de los vecinos del barrio donde estaba naciendo su devoción y que iban visitarla asiduamente e incluso a orarle. Estos, de forma cariñosa, rápidamente la apodaron como «la vecina más guapa de la Plaza de Toros», pues la belleza inconfundible de la Macarena ya cautivaba a los cofrades almerienses. Esa devoción que estaba naciendo se pudo ver el 28 de mayo de 1988, día en el que fue trasladada desde esa casa de Hermandad a la Parroquia, cuando centenares de cofrades la acompañaron, llegando incluso a retrasar el inicio de la misa por la dificultad que presentaba la entrada de la Virgen en la Parroquia debido a la gran afluencia de gente.
Desde su bendición y su llegada a la Parroquia, nuestra Hermandad celebra los cultos en su honor en el mes de diciembre, celebrando su Triduo los tres días previos al 18 de este mismo mes, día en el que celebramos la Festividad de la Expectación de María y la Santísima Virgen permanece expuesta en besamanos durante todo el día para que los devotos, fieles y hermanos puedan rezar ante Ella y llenarse de Esperanza.
Además, desde el año 2013, la Esperanza Macarena es trasladada a la Capilla de la Plaza de Toros, monumento que da nombre a nuestro barrio, para que desde allí asista durante las fiestas taurinas, que tienen lugar durante la Feria de Almería en honor a la Santísima Virgen del Mar, a todos los toreros que harán su faena en el Coso de la Avenida Vilches. De esta forma, también se ha creado un vínculo entre la Esperanza Macarena y el mundo taurino.