Nuestro Padre Jesús de la Sentencia
Nuestro Padre Jesús de la Sentencia es una obra del imaginero sevillano D. Antonio J. Dubé de Luque realizada en el año 1990. Del aspecto técnico resaltar que hablamos de una imagen realizada en madera de cedro y policromada. Su altura aproximadamente es de un metro setenta y está anatomizada completamente, situándose dentro de los cánones de la imaginería barroca sevillana. Es de vestir, teniendo las manos atadas, el torso levemente inclinado hacia delante y la cabeza ladeada hacia la derecha.
La sagrada imagen fue bendecida el 16 de diciembre de 1991 en la Iglesia de San Ildefonso, siendo párroco y consiliario de la Hermandad D. Ambrosio Vita Pelayo y encontrase el acto dentro de los cultos que la Hermandad realiza en honor a la Esperanza Macarena.
La imagen representa a Jesucristo en el momento en el que Poncio Pilato, tras ofrecer al pueblo la elección de a quién liberar y este elegir a Barrabás, emite su sentencia de muerte, lavándose las manos de tal acto, a pesar de las súplicas de su esposa Claudia Prócula.
Por ello, actualmente, el Señor de la Sentencia es acompañado cada Miércoles Santo por las imágenes de Barrabás (a su derecha), del lector que emite la sentencia portándola en sus manos (a su izquierda) y detrás de ellos, dos centuriones que custodian a ambos reos. En la parte trasera del paso, encontraríamos como figura central de la escena a Poncio Pilato, sentado y señalando desafiante a Jesús, otro centurión y a su esposa Claudia Prócula (a su izquierda) quien aparece en modo de súplica. A su derecha, encontramos dos esclavos, uno sosteniendo la palangana donde se lavó las manos y el otro, el trapo donde se las secó. Todas las imágenes secundarias son obra de D. Luis González Rey (1996-1998). Custodiando la trasera del paso, por detrás de Poncio Pilato, encontramos tres columnas con la representación de la loba Luperca en la parte superior de las mismas, símbolo ambos elementos del Imperio Romano, tan trascendente en la escena bíblica que se representa en el paso.
La Hermandad celebra el Quinario en su honor durante los primeros días de cuaresma, ya que nuestros estatutos recogen que la Función Principal ha de coincidir con el primer domingo de cuaresma. Unos días más tarde tiene lugar el Vía+Crucis, teniendo este que coincidir con el segundo sábado de cuaresma. De esta forma, los macarenos vivimos una cuaresma profunda y reflexiva cerca del Señor que a través de estos cultos nos invita a vivirla de ese modo para prepararnos para la Semana Santa.